Podemos decir que tenemos un sistema de guía interno, una conexión con nuestro Ser Superior, o nuestro Ser Interior, o como queramos llamarlo, para referirnos a esta Inteligencia Superior. Este sistema de guía interno funciona a través de lo que llamamos nuestra intuición, o nuestro instinto. Este habla en un lenguaje muy sencillo. Dice si se encuentra bien o no, y todo lo demás son cuentos. Dicen que debemos hacer lo que nos hace sentir bien y evitar hacer lo que no nos hace sentir bien. Dicen que debemos confiar en nuestra voz interior. Cuando no seguimos a esa voz interior, sentimos tensión. No nos sentimos bien. Así pues, la voz debe hablar mas alto. El siguiente nivel de comunicación es a través de las emociones. Si seguimos, y seguimos en la dirección que no nos hace sentir bien, vamos experimentando más y más emociones que no nos hacen sentir bien, y en un momento dado podemos decir: "Debería haberme escuchado a mí mismo cuando pensaba moverme hacia la otra dirección". Esto significa que habíamos oído la voz interior. Si no, no podríamos haber dicho: "Debería haber escuchado". Si tomamos la decisión que sabemos que es la correcta para nosotros, y además cambiamos de dirección, obtendremos una disminución de la tensión, nos sentiremos mejor y sabremos que estamos de nuevo en el camino correcto.
Si continuamos moviéndonos hacia la dirección que no nos hace sentir bien, la comunicación alcanza nivel físico. Creamos un síntoma y el síntoma habla una lengua que dice que cada uno de nosotros crea su propia realidad. Al describir el síntoma desde este punto de vista, podemos entender el mensaje. Si cambiamos nuestra forma de ser, es que hemos recibido el mensaje y el síntoma ya no tiene razón de existir. Podremos liberarlo, siempre que nos permitamos creer que es posible. Si creamos el síntoma con una decisión, también somos capaces de liberarlo con otra decisión. A moda de hipótesis, imaginemos que alguien toma la decisión de que no es buena idea expresar lo que quiere. Desde ese momento, siempre que haya algo que esa persona quiera, se abstendrá de decirlo y por lo tanto de tenerlo. Esto le hará sentirse mal. La tensión crecerá, y cada vez se encontrará peor al abstenerse de expresar lo que quiere y al no obtenerlo. Supongamos que ocurre algo que crea un síntoma en el nivel físico y el brazo derecho de esta persona se ve afectado. Puede haberle ocurrido al caerse de una escalera, en un accidente de coche, por la contracción de un nervio del cuello o por haberse quedado dormido en una corriente de aire. Algo debe pasar en el nivel físico para crear el síntoma, para dar a la persona el mensaje en el nivel físico sobre lo que se esta haciendo a sí mismo. Notaremos literalmente lo que nos hemos estado haciendo en sentido figurado. El hecho es que esa persona no puede mover el brazo. Está absteniéndose de alcanzar algo, y puesto que es el brazo derecho, la parte "voluntaria" del cuerpo, está absteniéndose de obtener o de ir a buscar lo que quiere.
Esa persona ha estado dándose motivos para creer que no puede obtener aquello que desea. Cuando empiece a hacer algo distinto en su conciencia, notará que algo diferente está ocurriendo en su brazo y el síntoma podrá liberarse.